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Mi primera pista de montaña (2 / 2)

La tensión se mantiene y temo estar sobrestimando mi montura infatigable, pero por la experiencia que tengo con ella, podemos remontar esta pendiente iniciándola a 160 km/h sin perder más de 40 km/h y como a 120 km/h sigue volando como un jabato no necesitaré mi mano derecha más que para un imprevisto.

Mantengo la mano derecha sujetando la cámara y paso a la altura de la copa de los árboles e incluso un poco más bajo. Aprecio la consistencia de la pista que parece firmemente compactada. Percibo la sensación que tendría aterrizando en estos momentos y, a pesar de ir alto y rápido, no me parece tan complicado, pero sigo con el plan pretrazado, porque no me gusta improvisar en los aterrizajes y menos en uno tan crítico para mí como éste. La tentación es enorme, pero termino la pasada grabando y llego a la parte más alta de la pista a unos 130 km/h. El viento está en calma, con lo que no espero turbulencias. El sol apenas calienta y las catabáticas no creo que tengan suficiente fuerza como para tirarme para abajo.

En efecto, salgo de la zona de la pista y no hay movimiento. Noto una pequeña descendencia, pero nada reseñable, así que continuo con un circuito a izquierdas siguiendo lo que podría ser el viento cruzado. Apago la cámara y me planteo hacer una aproximación de prueba.

Ya con las dos manos dedicadas al avión, me siento más confiado. Inicio el viento en cola bastante separado de la pista y decido que qué narices, algún día tendré que bajar. La teoría ya la tengo, sólo falta llevarla a la práctica.

Pienso: Más energía de la habitual para poder hacer una recogida cuesta arriba. Y decido entrar con más velocidad que en pistas horizontales, en el límite de los flaps 120 km/h, con más altura que la que acostumbro a entrar y con el motor a 3.500 rpm. Hago el viento en cola sin perder altura con respecto al punto más alto de la pista e inicio el tramo base bien distanciado para hacer una muuuuy larga final.

En el tramo base comienzo a perder altura a unos 300 pies por minuto, pongo la bomba auxiliar de gasolina, meto 15º de flaps y viro a final. Todo va perfecto, hasta la temperatura del aceite. Ya estoy a la altura de la mitad de la pista, donde veo que hay una variación en la pendiente de la pista y se forma una zona más alisada, decido aterrizar por debajo de esta zona. Mantengo la altura con un poco más de motor y cuando creo que ya libraré los árboles de cabecera con comodidad, quito un poco de motor para volver a las 3.500 rpm y meto full flap.

El avión baja tranquilamente, ajeno al momento crítico que yo percibo. Cuando ya estoy a un metro de altura con respecto a la pista, inicio la recogida y sigo acercándome a la pista. Me fijo en el final de pista y haciendo la recogida en ascenso, cuando noto que estoy a poca distancia de la pista, quito motor y el ultraligero desciende suavemente haciendo un aterrizaje suave. Meto un poco de motor para subir la cuesta y sigo hasta la parte más alta donde parece haber una plataforma. Al llegar a la plataforma, giro el avión para dejarlo mirando hacia la pista. Y con una sonrisa de interna satisfacción, llamo al campo de vuelo para notificar que la pista de montaña tiene un firme estupendo y que las vistas son preciosas. Jeje, ¡qué satisfacción!¡Qué orgullo! Recibo un "capullo" por respuesta y nos despedimos hasta más tarde. Apago radio, bomba auxiliar de gasolina, tiro de los gases y quito los magnetos. Buf! No me lo creo! Por fín!

¡LO HE HECHO!


¡¡¡ MI PRIMERA
PISTA DE MONTAÑA !!!

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