Aterrizaje de emergencia en el Pirineo
Domingo, 16 de diciembre de 2007
El domingo día 16 de diciembre de 2007 despegamos mi primo Álvaro y yo de Marugán, después de pasar la noche allí en uno de los estupendos loft que tienen preparados para los pilotos. A pesar del frío exterior, en el interior se estaba de maravilla gracias al aire acondicionado que han instalado y que mantiene una temperatura ideal dentro del apartamento.
La tarde anterior habíamos estado con Fonzzo y Alicia que venían de Casarrubios, para comer juntos, así que por la noche no nos líamos demasiado, acostándonos pronto para madrugar un poco al día siguiente y despegar con las primeras luces, pero la agradable temperatura debajo de las sábanas, nos impidió desprendernos de ellas hasta las nueve de la mañana.
Tras una ducha caliente, el cuerpo parecía estar dispuesto a enfrentarse al frío exterior, pero mucho mejor se quedó después de disfrutar de un desayuno pantagruélico en el cercano pueblo, al que fuimos gracias a la amabilidad de Santi dejándonos su coche. El camarero se quedó atónito cuando pedimos el "ligero desayuno": Dos pinchos de tortilla de dimensiones mastodónticas, un cortado, un café solo doble y una ración de torreznos para untar, :-)
A la vuelta al campo, repostamos el avión hasta arriba y arreglamos cuentas, para despedirnos con enorme gratitud por el trato recibido en el siempre hospitalario campo de Marugán.
Alex estaba volando en el P92 dando clases, así que esperamos un poco para despedirnos en persona de él, porque entre su ilusión, el apoyo de su madre Teresa, la colaboración de su padre, la simpatía de Mariluz, el trabajo de Mauricio y la alegría de Santi, han creado un Campo de Vuelo de obligado paso. Aunque sólo sea para saludar y tomar algo con ellos.
El informe de Alex no podía ser mejor. En altura teníamos vientos del Suroeste de 40 km/h, con lo que iríamos lanzados a nuestro siguiente destino: las ruinas de Numancia.
El vuelo fue placentero y en poco menos de una hora estábamos en la vertical de Garray. Hicimos algún sobrevuelo por la vertical de las ruinas de Numancia y proseguimos rumbo a Tardienta para tomar un cafecito en compañía de Monse y luego seguir hasta la vertical de Santa Cilia de Jaca, pasando por los impresionantes Mallos de Riglos.
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